“Te amo”, por otra parte, es una manera mucho más profunda de decir “te quiero”. Cuando afirmas “te amo”, quiere decir que quieres estar con esta persona, y que no deseas estar sin ella. El amor es un sentimiento considerablemente más profundo que el simple hecho de estimar. Cuando amas a alguien, estás dispuesto a llevar a cabo lo que sea por esa persona, incluso si eso significa sacrificar tu propio bienestar. Amas incondicionalmente, sin importar lo más mínimo las situaciones. Por otro lado, el amor hablamos de algo mucho más profundo.
Es importante tener en consideración que el deseo y el cariño tienen diferentes niveles de intensidad. El deseo puede ser profundo y pasajero, al paso que el amor se lleva a cabo en todo el tiempo. El deseo se relaciona con los sentimientos, al paso que el cariño necesita deber y esfuerzo para ser mantenido. En conclusión, el aprecio y el cariño son dos emociones diferentes. El aprecio se apoya en la admiración, el respeto y la gratitud, al tiempo que el cariño se apoya en el afecto, el cariño y la privacidad.
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¿Alguna vez te has preguntado cuál es la diferencia entre querer y amar? Estas expresiones de forma frecuente se utilizan indiferentemente, pero hay una diferencia importante entre ellas. En el presente artículo vamos a explicar la diferencia y de qué forma aprender a distinguirlas. El amor es un sentimiento profundo que necesita de tiempo y esfuerzo para ser cultivado. Es algo que va alén del deseo y el estimar, y se identifica por la lealtad, el respeto y la seguridad.
Pero no existen las relaciones perfectas, ni tampoco las personas perfectas. Y, una vez el enamoramiento se calma y la euforia desaparece, toca quedarse en solitario con la realidad de la otra persona. Como conclusión, el querer y el querer son conceptos muy diferentes, pero ambos forman parte de la experiencia humana. Aprender a reconocer la diferencia es un paso importante para tener una relación saludable y feliz.
Diferencias Entre Querer Y Estimar En Pareja
No obstante, por distintas causas, acabamos confundiendo el estimar con el querer y al reves. A consecuencia de esta confusiónllenamos nuestra mochila sensible de falsos “te quiero” y de “te amo” vacíos. Todos queremos amar y ser amados por el hecho de que entendemos que eso nos encamina a la alegría. Y no nos confundimos al creer que el apego es indispensable para recorrer nuestro mundo. Guarda mi nombre, correo y web en este navegador para la próxima vez que comente.
Y, como cualquier novedad, puede hacer que afloren las inseguridades. En el segundo, asumes que tu pareja es un individuo con defectos y te preparas para emprender un sendero juntos, sabiendo que habrá altos y bajos. Cuando andas enamorado tiendes a idealizar a la otra persona, a conocer solo lo bueno.
Al tiempo que ven en el «querer» un síntoma de esclavitud. En el momento en que alguien te desea, desea que estés con él o ella», comentan. Bajo este prisma, «querer» sería una reacción a una carencia. Al tiempo que amar solo sería posible en el momento en que sentimos plenitud. Querer, además, sería una actitud inconsciente hacia aquello que está fuera del propio poder. Amar, en cambio, sería el resultado de una dedicación consciente centrada en aquello que sí es dependiente de uno mismo.
¿Por Qué No Son Lo Mismo?
En última instancia, la diferencia entre querer y amar debe ver con la versatilidad de cada palabra. Mientras que «querer» es un término cuyo empleo se limita prácticamente al de profesar o mostrar amor por una persona, animal o cosa, el verbo querer se usa en una gran variedad de situaciones y contextos. El sentimiento de querer a alguien o a algo está siempre unido al acto de desear algo. En la situacion del amor no hay tal deseo ni ningún tipo de necesidad puesto que la persona ha alcanzado tal género de madurez que el estimar se transforma o evoluciona hacia el acto de amar. Los términos de amar y querer se suelen emplear con bastante asiduidad en el día a día.
Nieves Sanz es una abogada y autora que escribe en español desde 2006. En la actualidad vive en Valladolid, España, donde trabaja como letrada y editora. Su trayectoria literaria comenzó con la publicación de su primer poemario titulado «Tiempo» por Litoral Ediciones en 2013. La Mente es Maravillosa Revista sobre psicología, filosofía y reflexiones sobre la vida. Escoge entre las 0 categorías de las que te agradaría recibir artículos. Los contenidos de La Mente es Fantástica se redactan solo para fines informativos y educativos.
En este sentido, se puede querer llevar a cabo algo sin desearlo realmente. Se puede, por servirnos de un ejemplo, estimar realizar una cosa por la expectativa de lo que se obtendrá a cambio. A querer se aprende pero hay que cultivar este modo de amar libre de dependencias sentimentales. En definitiva, no es para nada lo mismo el querer a una persona que el quererla. Son dos conceptos totalmente distintas si bien pertenecen a la etapa del enamoramiento de la persona. Amar es algo mucho más serio que el estimar y precisa de tiempo y de madurez a la hora de poder sentirlo.
Por eso, una vez pasada esta primera etapa, las inseguridades deberían remitir. Os habéis elegido el uno al otro para construir un emprendimiento juntos y ese es suficiente motivo para confiar. Dejemos fermentar el amor y tomemos el licor despacio del que habla Lope de Vega. Amando nos volvemos mejores personas, liberamos las trabas del prejuicio, miramos con ojos menos desdeñosos a nuestros semejante.
El propósito que tenías por el momento no existe por el hecho de que ya lo has alcanzado. Esto suele asustar a la multitud, puesto que comienza a sentir la necesidad de seguir continuando. No solo es comprender que lo que tienes es todo cuanto realmente precisas, sino más bien asimismo tener las ganas de unir ese vínculo de manera perdurable, permanente. Cuando andas enamorado tu cerebro está generando el mucho más asombroso cóctel químico, haciendo que te sientas como si estuvieses flotando en lo prominente de una nube. A pesar de no admitir la verdad, el problema es que inevitablemente en algún instante deberás admitir.